Hoy me voy a marcar un ligero off topic, pero ligero, creo que os va a gustar, y es que llevo un par de domingos dándome a visitas culturales y quería compartir con vosotras una de ellas, por si os gusta y os apetece seguir el plan.
Es caso es que ayer visité la Exposición de Hubert de Givenchy en el Museo Thyssen-Bortemisza en Madrid, que estará puesta hasta el día 18 de enero, así que aún hay tiempo para ir, y si sois de fuera de Madrid lo mismo podéis aprovechar alguna visitas a la capital para echarle un vistazo, se ve rápido.
Quiero en primer lugar señalar lo bien montada que está la exposición, bien estructurada y sobre todo bien iluminada. Y digo esto porque la semana pasada, con motivo de mi inminente estudio del Renacimiento Español, decidí visitar el Monasterio de San Lorenzo del Escorial, y salí de allí escandalizada ante el patente descuido que tan importante edifico manifestaba: cuadros pésimamente iluminados (de la restauración ni hablamos), textiles más conservados y mal colocados, azulejos rotos, extintores mal colocados, falta de información por todas partes... por no darnos no nos dieron ni un plano; tengo de hecho pendiente escribir una queja a los señores de Patrimonio para hacerles saber mi estupor y descontento. Pero volvamos con el Givenchy y su fabulosa exposición en Madrid.
Una de las primeras creaciones de Givenchy, allá por los años 50 fue la blusa Bettina que podéis ver sobre estas líneas, y que recibe este nombre en honor a una de las modelos más importante de la época gran amiga del diseñador. Pero no fue esta la única mujer importante en la carrera de Givenchy.
Como os indicaba hubo otras mujeres importantes vinculadas a la carrera de Givenchy, como la duquesa de Windsor, Jackeline Kennedy, Wallis Simpson, Carolina de Mónaco o Audrey Hepburn. Y son precisamente los vestidos que estas mujeres lucieron los que conforman una de las partes más llamativas de la colección, que recoge diversos vestido de Carolina de Mónaco, el vestido que la duquesa de Windsor lució en el funeral de su esposo, o diversos vestidos que Audry Heptburn llevó en sus películas, entre los que encontramos ese que todas tenemos en mente, el que lleva justo al arrancar la película Desayuno con diamantes, allá por 1961.
¿Preciosos no os parecen? Además como gran coleccionista de arte que era, Givenchy dejó que este impregnara una buena parte de sus creaciones de alta costura, con claras influencia de Miró, Ernst, Rothko...
Dos de sus conjuntos más importantes los componen vestidos de novia de diversas épocas y trajes de noche con el negro como gran protagonista. De nuevo no puedo dejar de alabar el gran trabajo de iluminación y puesta en escena realizado por el museo...
¿Os animáis con la exposición?
Es caso es que ayer visité la Exposición de Hubert de Givenchy en el Museo Thyssen-Bortemisza en Madrid, que estará puesta hasta el día 18 de enero, así que aún hay tiempo para ir, y si sois de fuera de Madrid lo mismo podéis aprovechar alguna visitas a la capital para echarle un vistazo, se ve rápido.
![]() |
"La elegancia es el arte de ser uno mismo" |
Quiero en primer lugar señalar lo bien montada que está la exposición, bien estructurada y sobre todo bien iluminada. Y digo esto porque la semana pasada, con motivo de mi inminente estudio del Renacimiento Español, decidí visitar el Monasterio de San Lorenzo del Escorial, y salí de allí escandalizada ante el patente descuido que tan importante edifico manifestaba: cuadros pésimamente iluminados (de la restauración ni hablamos), textiles más conservados y mal colocados, azulejos rotos, extintores mal colocados, falta de información por todas partes... por no darnos no nos dieron ni un plano; tengo de hecho pendiente escribir una queja a los señores de Patrimonio para hacerles saber mi estupor y descontento. Pero volvamos con el Givenchy y su fabulosa exposición en Madrid.
Una de las primeras creaciones de Givenchy, allá por los años 50 fue la blusa Bettina que podéis ver sobre estas líneas, y que recibe este nombre en honor a una de las modelos más importante de la época gran amiga del diseñador. Pero no fue esta la única mujer importante en la carrera de Givenchy.
Su primera colección recibió el nombre de Separates, porque con ella pretendía que su clientas combinasen diferentes piezas (faldas, blusas, pantalones, vestidos sueltos...) como ellas prefiriesen. Un conjunto de trabajes de chaqueta y vestidos de noche dan cuenta de esta colección. Se pueden ver también una selección de fantásticos vestidos cortos, con el color negro como referencia, de seda, elegantes... que siguen la estela de su maestro y gran referente: Cristobal Balenciaga.
No faltan por supuesto una buena colección de figurines...
Como os indicaba hubo otras mujeres importantes vinculadas a la carrera de Givenchy, como la duquesa de Windsor, Jackeline Kennedy, Wallis Simpson, Carolina de Mónaco o Audrey Hepburn. Y son precisamente los vestidos que estas mujeres lucieron los que conforman una de las partes más llamativas de la colección, que recoge diversos vestido de Carolina de Mónaco, el vestido que la duquesa de Windsor lució en el funeral de su esposo, o diversos vestidos que Audry Heptburn llevó en sus películas, entre los que encontramos ese que todas tenemos en mente, el que lleva justo al arrancar la película Desayuno con diamantes, allá por 1961.
¿Preciosos no os parecen? Además como gran coleccionista de arte que era, Givenchy dejó que este impregnara una buena parte de sus creaciones de alta costura, con claras influencia de Miró, Ernst, Rothko...
Dos de sus conjuntos más importantes los componen vestidos de novia de diversas épocas y trajes de noche con el negro como gran protagonista. De nuevo no puedo dejar de alabar el gran trabajo de iluminación y puesta en escena realizado por el museo...
Precioso ¿no os parece? Un paseo por la historia de la moda, del glamour y de la elegancia. La entrada a la exposición cuesta 11 €, un pelín caro para mi gusto pero bueno, no todos los días se tiene la oportunidad de ver algo así. No obstante si estáis en paro y presentáis vuestra tarjeta de demanda de empleo y vuestro DNI entráis gratis. Así que perfecto. Por cierto también aproveché para visitar la exposición de Bernini en El Prado: no vayáis únicamente a ver esta exposición, si visitáis el museo aprovechad para verla, pero sino no merece la pena pagar por ella (tres bustos, muchos dibujos y poco más...).
¿Os animáis con la exposición?
GRACIAS A TODAS POR LEER, COMENTAR Y COMPARTIR.
UN ABRAZO Y FELIZ ARRANQUE DE SEMANA.
Este post ha sido redactado según el Código de Confianza C0C.