Nuevas mascarillas faciales de arcillas puras de L'Oreal: verde, roja y negra.

Y es que aquí mi piel mixta - grasa con sus poros dilatados pierde la cabeza por unas mascarillas que ayuden a limpiar, regular, matificar e iluminar la piel, y estas monadas hacen todo esto y más, aportando un efecto buena cara en a penas 10 minutos (y sí, lo consiguen...).  

Todas están formuladas con caolín, que atrapa las impurezas y absorbe el exceso de grasa; montorillonita (¿?), que tiene acción anti-imperfecciones; y lava de marruecos, que ilumina la piel y mejora su textura. Y después cada una presenta ingredientes y funciones diversas, que harás las delicias especialmente de las pieles mixtas y grasas. 

La mascarilla roja, la exfoliante, exfolia, unifica y minimiza los poros. Tiene, además de las tres arcillas, algas rojas, y está especialmente pensada para pieles con textura irregular. Es sin lugar a dudas las más suave de las tres en todos los sentidos: en la piel no molesta, no es de esas mascarillas que quedan resecas en exceso y quedan tirantes, de hecho tarda bastante en secarse. También tiene el aroma más suave, más fresquito, huele a limpio, el aroma me encanta. La textura tiene un gránulo ligero y suave que se puede masajear un poco al retirar con agua la mascarilla y así hacer ese efecto exfoliante (sin apretar sobre la piel). Como resultado deja la piel suave y luminosa. 

La mascarilla negra, la efecto detox, es específica para pieles apagadas, gracias a su contenido en carbón. Es un poco más fuerte que la anterior, es más densa y huele más a barro. Se queda bastante seca sobre la piel pero sin llegar a tirar en exceso. Es específica para pieles apagadas, más cansadas, y por ello es quizás la que menos efecto he notado sobre mi piel. No obstante creo que puede ser una gran aliada para temporadas de poco descanso o de descanso irregular. 

La mascarilla verde es purificante, tiene eucalipto y es específica para pieles con brillos e imperfecciones. Es la más fuerte, la más potente de todas. En principio parece que es más ligera que las mascarillas de arcilla verdes típicas, se extiende muy bien por la piel, pero una vez seca si queda tirante, y cuesta un poco retirarla (un poco, al final se retira, como todas las mascarillas de arcilla). La primera vez que la utilicé me dejo la piel roja, pero en su defensa diré que la tuve más tiempo del que se especifica en las instrucciones (simplemente se me olvidó...). La he utilizado una segunda vez ajustando un poco más el tiempo, y si bien justo al retirarla la piel estaba un poquito enrojecida en algunas zonas (ojo las pieles sensibles), enseguida se calmó, dejando paso a una cara absolutamente radiante, un pasada: luminosa, mate, unificada, suave y con el poro considerablemente cerrado... Hace una limpieza súper profunda en la piel. Se acerca mucho al efecto de la mascarilla de la gama Rare Earth de Kiehl's (de la que tengo pendiente hablaros).  

Las tres tienen texturas muy similares, más o menos densas, en especial la negra. Un truco que tengo yo para aplicar este tipo de mascarillas es utilizar un pincel de maquillaje, de esos que se llaman de lengua de gato, barato (Deliplus o alguna marca low cost), y que tengo exclusivamente para este fin. De esta manera logro facilitar por un lado llegar a todas partes con precisión (incluso en las aletas de la nariz), para no desperdiciar producto en los dedos, y, dicho sea de paso, para no enguarrinar estos últimos. 

Todas se deben dejar actuar sobre la piel entre 10 y 15 minutos (en el caso de la verde es importante no sobrepasar este tiempo), y luego se retiran con agua, con con una toalla mojada en agua caliente. 

Todas se presentan en un envase de cristal duro, y contienen 50 ml, que da para unas 10 aplicaciones, y cada una cuesta en torno a los 10 € (en Primor ya están a la venta). 

Es un lanzamiento que me sorprendió mucho cuando supe de él, y me han sorprendido mucho los resultados que dejan en la piel de manera inmediata. Si bien siempre nos decantaremos más por unas que por otras (yo sigo alucinando con los resultados de la verde), es cierto que todas tienen un uso idéntico y una finalidad similar que creo que cumplen bastante bien: limpiar la piel en profundidad y dejar una piel luminosa, hasta el punto de prescindir del maquillaje. Todas las mascarillas están formuladas para todo tipo de pieles; esta no es una etiqueta con la que yo suela estar muy conforme, creo que cada piel es diferente, y cada tipo requiere unos cuidados distintos. Reitero que mi piel es mixta-grasa, con poro dilatado, y con estas características he notado unos resultados estupendos, incluso llevando una rutina facial y de limpieza bastante escrupulosa. 

Os dejo por aquí abajo los ingredientes por si a alguna le apetece analizarlos.