Existen historias tristes, historias inolvidables, historias bonitas... y la que os traigo hoy tiene un poquito de todo. Os voy a hablar de un jabón, un jabón que aún no he utilizado, que por lo que por lo bonito que es en todos los sentidos me costará utilizar (creo que sería casi una deshonra no hacerlo)... Pero no podía esperar para contaros su historia.
Pero antes de pasar a la historia quería comentaros que el viernes pasado volví a ver a Paloma, la creadora de Chuches de Mujer, esos jabones que tanto os gustaron cuanto os presenté el Exfoliante de Lavanda (aquí). En principio los jabones hay que pedirlos por Internet, pero de vez en cuando ella asiste a algunas ferias de artesanía y se pueden ver todos su creaciones juntas, y verlas, y olerlas, toquetearlas... y agobiarse a la hora de elegir uno (o dos o tres). Pues bien, las madrileñas estamos de suerte porque durante este mes de diciembre podréis encontrar a Paloma con sus estupendos jabones en El Apartamento Market, en la calle Génova número 7 piso 5 (metro Alonso Martínez), de 19 a 22 aproximadamente. El local por cierto es una gozada, no dejéis de ir.
Durante un buen rato pude curiosear los jabones (no lo suficiente porque han tantísimos...), y charlar con su creadora sobre ellos, elegir algunos para regalar... Pero hubo uno que fue especial, que tiene historia detrás, y que no pude resistirme a traerme conmigo.
Era el único jabón de todos los que allí había que tiene nombre: El Mar de Cris. Su nombre se debe a una chica, una amiga del hijo de Paloma, un amor que acabó en una gran amistad. Por desgracia el cáncer no discrimina por edad y el pasado mes de septiembre Cristina falleció, a pesar de que en verano se sentía un poco mejor, y fue precisamente entonces cuando Paloma le pidió un poco de arena de playa para hacer unos jabones, estos que os muestro hoy.
Es sin duda un jabón precioso en muchos sentidos: emula a la playa, al mar y a un cielo lleno de nubes. Por supuesto huele extraordinariamente bien, tiene precisamente un olor muy fresco, casi veraniego.
Está hecho con Agua de Mar, Hidróxido de Sodio, Aceites de Oliva Virgen, Coco, Palma, Pamiste, Sésamo y Aguacate; Manteca de Karité, Vitamina E, tintura de Mirra, Arena de Playa y Esencia de Brisa Marina. Está pensado para todo tiempo de pieles y además gracias a la arena de playa que contiene exfolia un poquito.
No puedo decir mucho más de él, como os digo todavía no lo he utilizado, porque estoy terminando mi jabón exfoliante de lavanda, pero sin duda este no tardará en pasar por mi bañera mal que me pese porque es muy bonito, pero quería compartir con vosotras la historia que hay detrás de él.
Si tenéis la oportunidad de ir a ver las Chuches de Mujer (y de hombre, y de mascotas...) no dejéis de hacerlo, son perfectos para regalar si sois capaces de elegir uno...
Pero antes de pasar a la historia quería comentaros que el viernes pasado volví a ver a Paloma, la creadora de Chuches de Mujer, esos jabones que tanto os gustaron cuanto os presenté el Exfoliante de Lavanda (aquí). En principio los jabones hay que pedirlos por Internet, pero de vez en cuando ella asiste a algunas ferias de artesanía y se pueden ver todos su creaciones juntas, y verlas, y olerlas, toquetearlas... y agobiarse a la hora de elegir uno (o dos o tres). Pues bien, las madrileñas estamos de suerte porque durante este mes de diciembre podréis encontrar a Paloma con sus estupendos jabones en El Apartamento Market, en la calle Génova número 7 piso 5 (metro Alonso Martínez), de 19 a 22 aproximadamente. El local por cierto es una gozada, no dejéis de ir.
Durante un buen rato pude curiosear los jabones (no lo suficiente porque han tantísimos...), y charlar con su creadora sobre ellos, elegir algunos para regalar... Pero hubo uno que fue especial, que tiene historia detrás, y que no pude resistirme a traerme conmigo.
Era el único jabón de todos los que allí había que tiene nombre: El Mar de Cris. Su nombre se debe a una chica, una amiga del hijo de Paloma, un amor que acabó en una gran amistad. Por desgracia el cáncer no discrimina por edad y el pasado mes de septiembre Cristina falleció, a pesar de que en verano se sentía un poco mejor, y fue precisamente entonces cuando Paloma le pidió un poco de arena de playa para hacer unos jabones, estos que os muestro hoy.
Es sin duda un jabón precioso en muchos sentidos: emula a la playa, al mar y a un cielo lleno de nubes. Por supuesto huele extraordinariamente bien, tiene precisamente un olor muy fresco, casi veraniego.
Está hecho con Agua de Mar, Hidróxido de Sodio, Aceites de Oliva Virgen, Coco, Palma, Pamiste, Sésamo y Aguacate; Manteca de Karité, Vitamina E, tintura de Mirra, Arena de Playa y Esencia de Brisa Marina. Está pensado para todo tiempo de pieles y además gracias a la arena de playa que contiene exfolia un poquito.
No puedo decir mucho más de él, como os digo todavía no lo he utilizado, porque estoy terminando mi jabón exfoliante de lavanda, pero sin duda este no tardará en pasar por mi bañera mal que me pese porque es muy bonito, pero quería compartir con vosotras la historia que hay detrás de él.
Si tenéis la oportunidad de ir a ver las Chuches de Mujer (y de hombre, y de mascotas...) no dejéis de hacerlo, son perfectos para regalar si sois capaces de elegir uno...
GRACIAS A TODAS POR LEER, COMENTAR Y COMPARTIR.
UN ABRAZO A TODAS.
Este post ha sido redactado según el Código de Confianza C0C.