Cha Cha Tint de Benefit ¡Un flechazo!

Creo que estaréis de acuerdo conmigo en que estar medio aburrida en casa y que llegue el mensajero sin previo aviso para dejarte un paquete con cinco productos de Benefit, todos ellos full size, es una buena definición de la felicidad (sí, la más ruin y materialista de las felicidades, pero felicidad al fin y al cabo...). Pues me pasó hace exactamente una semana. Un día me levanté y por las redes sociales rondaba un anuncio: suscripción anual a Glamour (no es mi revista favorita pero la he comprado muchas veces) por 24 € y de regalo cinco productos de Benefit. Fui buena gente y lo compartí con algunas amigas que pensé que podrían estar interesadas, y me hice corriendo con la oferta (sí, mi vena más consumista hizo su aparición porque los productos casi ni los miré, solo vi Benefit y 24 €). La oferta como podéis imaginar se agotó en pocas horas. Y desde que están conmigo pues más feliz que una perdiz, porque Benefit es 'caro', pero es una apuesta segura, con productos de esos que de verdad terminamos, apuramos hasta el final, y además repetimos...

Pues bien, uno de los productos que traía era el Cha Cha Tint, la versión más fosforita de los tintes de labios y mejillas de Benefit. Yo soy mu fan del Benetint, es tan natural, tan favorecedor... El Cha Cha lo veía demasiado naranja (color que he aprendido a apreciar en mi piel, -Paula te odio-)... Pues llevo una semana con el Cha Cha para arriba, con el Cha Cha para abajo... y es taaaaan divino...


Y el packaging...  es genial como todos los que hace Benefit. Eso sí para fotografiarlo... reflejos por todas partes. El envase es como el de todos los tintes de Benefit: como el de un pintauñas, pero grande.


Es más opaco que el Benetint, y  por ello a la hora de aplicarlo hay que ir con un poco de cuidado porque puede dejar cerco, además es menos fluido. A ver si me explico: estos tintes aportan un color bonito, trasparente, pero modulable: más capas, más color. El Benetint es totalmente líquido con lo que se diluye perfectamente, pero el Cha Cha Tint es un poco más espeso, con lo que, sobre todo en los labios, no fluye tan bien, es necesario colorear literalmente el labio sin salirse ni quedarse corto, y es importante tratar de hacerlo de manera uniforme mientras el producto está todavía húmedo. Cuando se seca el color cambia completamente, volviéndose más natural y menos chillón, pero si no se ha dado de forma uniforme deja un poco de marca. Pero tranquilas, un poco par de aplicaciones y se le coge el truco perfectamente.


En los labios se puede usar únicamente el pincelito que trae, que es muy suave. Esto para mí es bastante incómodo porque me hace cosquillas (muchas cosquillas), así que lo termino de aplicar con los dedos. Por cierto es aconsejable utilizar junto con el tinte un bálsamo de labios porque puede resecar un poquito. En las mejillas la mejor forma de aplicarlo es dejando tres o cuatro gotas formando una línea en la zona del hueso, y extender con los dedos directamente. Si se quiere un tono un poco más intenso simplemente hay que poner más tinte. Eso sí, hay que extenderlo según se ponen las gotitas porque sino se quedan las marcas de estas; no hay que poner las gotas en una mejilla y la otra y luego extender... Puesto no se nota que se tiene, ni en las mejillas ni en los labios, es muy confortable la verdad, y además dura horas y horas y horas, ¡en los labios horas! eso para mí es todo un logro.


Y como podéis ver he superado un poco mis  prejuicios contra los swatches y os muestro como queda el Cha Cha Tint en la piel con una sola gota y con luz natural. Se ve también como cambia el color una vez extendido, queda menos llamativo y transparente, no deja ningún rastro, solo color.

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