They're Real, Eyeliner de Benefit. ¿Sí o no?

Como ya os decía hace unos días cuando os hablaba de los lápices de ojos de Cynthia Rowley (aquí), llevo toda mi vida de maquillaje buscando algo que aguantase dignamente en la línea del agua en mis ojos. Me pierden los ojos con un buen delineado negro, y con mis ojos grandes me lo puedo permitir. No puedo decir lo mismo de mis ojitos grasos, todo se escurre, y mis pobres delineados se convierten en ojeras feas... Cuando os hablé de los lápices de Cynthia Rowley dije que no había encontrado además de estos otros producto perfecto para la línea del agua, y ese segundo producto es el Eyeliner They're Real de Benefit. He leído algunas reviews de este producto y las opiniones no suelen ser buenas, incluso lo he visto en listas de productos decepcionantes. Yo voy a cambiar esta corriente, y voy a resumir mi opinión diciendo que es un muy buen producto con un envase que, aunque tiene muy buenas intenciones, ha resultado un auténtico desastre. Vamos a verlo en detalle.


Yo también me sorprendí de que un eyeliner pudiese utilizarse en la línea del agua, pero tanto en el stand de la firma de El Corte Inglés de Sol como en la misma tienda de la calle Ayala en Madrid lo utilizaron de esta manera y viendo los resultados le pedí a los Reyes Magos que me lo trajeran;  desde entonces lo he utilizado semanalmente como mínimo, con lo cual he esperado bastante para hablaros de él y formarme una opinión completa sobre este producto.


El producto en sí es muy negro, muchísimo, negro, negro, negro... Puesto incluso en la línea del agua dura horas intacto, y se puede combinar incluso con un lápiz negro convencional para darle todavía más profundidad a la mirada. Se puede hasta restregar el ojo sin miedo a que se emborrone porque parece agarrarse al ojo casi con rabia. Es totalmente Waterproof, lo resiste todo, y cuando digo todo me refiero también incluso al desmaquillante (si se combina con su máscara de pestañas homónima de la que os hablé aquí, el desmaquillado se convierte en una tarea complicada, hasta el punto de que Benefit ha sacado un desmaquillante específico para sacar estos productos, pero todo sea por lucir ojos negros de infarto total).

Pero en definitiva y personalmente creo que por ese acabado y esa duración que tiene, que se pueda usar tanto como un eyeliner convencional como en la línea del agua sin que se desparrame, ya merece la pena pagar los 24 € que vale. Y quiero dejar esto claro antes de empezar a dar las malas noticias, que serán definitivas para que muchas lo califiquen como un mal producto como ya ha pasado. Reitero que me parece un muy buen producto con un envase muy desafortunado aunque bienintencionado.


El envase es el que veis sobre estas líneas. No limpié la punta para poder ilustrar un poco mis explicaciones. Es un formato eyeliner, con tapa a rosca que permite llevar el producto en el bolso sin miedo a que se destape y se líe un buen cisco es el neceser (¿a quién no le ha pasado algo así?). La punta del aplicador imita la forma de las brochas biseladas, y es además de un material flexible, pensado para que la aplicación del producto sea más sencilla. En la punta cuenta con una pequeña abertura por la que sale el producto al girar la base del envase. El mecanismo además hace click cada vez que se gira un poquito, lo que en principio permite que no lo giremos más de lo necesario para que el producto salga. Como veis muy bien pensado, muy bien intencionado, pero no funciona como es debido. Y para explicarlo me voy a apoyar en las imágenes que vienen a continuación.


Una guarrada ¿verdad? Imaginad que estáis frente al espejo a punto de usar este eyeliner, vamos incluso a imaginar que es nuevo, que el aplicador está totalmente limpio, virginal. Empezáis a girar el mecanimos, click, click, click... y no sale, continuamos, click, click, click hasta que por fin asoma por la abertura, totalmente sólido. Nos disponemos aplicarlo sobre los ojos y esa pequeña punta se rompe sobre la piel y queda un grumo tremendo. Blasfemamos, pero pensando en esos 24 € que cuesta tratamos de arreglar el estropicio como podemos, y hasta lo conseguimos. El resultado es genial, como os digo más arriba, negro, perfecto, al principio queda algún grumo pero pensamos que con el paso de los usos iremos cogiéndole el truco (sí, se le coge)...


Imaginad que, ya que nos han clavado 24 € por el eyeliner, y la duración y el acabado son tan fabulosos continuamos utilizándolo... pero las siguientes veces que lo utilizamos comprobamos con horror que al abrirlo el producto que no había salido con los primeros clicks ha salido después, cuando estaba cerrado, y ha dejado el aplicador tal y como veis en las imágenes: engurrinado, con el producto derretido, la textura parece haber cambiado en parte, imposible de utilizar sin antes limpiarlo bien. Pero ¡¿cómo lo vamos a limpiar?! Ahí hay mucho eyeliner como para desperdiciarlo sobre un trozo de papel higiénico... Blasefemamos, nos acordamos de Benefit y de sus precios y de su atrayente imagen..., y se nos ocurre la maravillosa idea (aunque tampoco hay que ser muy lumbreras para llegar a ella...) de utilizar la brochita biselada... Con esto conseguimos aplicar el producto perfectamente, dosificando la cantidad, evitando los grumos. El acabado sigue siendo estupendo, mejor incluso que si se utiliza el aplicador bien intencionado del envase pero que ha resultado ser un auténtico chasco.


Sí, es un buen producto, y sí, son 24 €  para que el mecanismo no funcione como es debido. Aquí entra el debate de si merece la pena o no, y cualquier decisión es totalmente respetable y comprensible. Sí la respuesta es no es lógica, ¿para qué un envase práctico y que permita su uso de forma sencilla si no se puede usar? Al  final no resulta práctico, algo por lo que al fin y al cabo apuesta Benefit... Yo personalmente, en mi cruzada por lucir una línea del ojo negra, digna, sin emborronar durante más de media hora me decanto por el sí, porque el producto como tal es bueno, aguanta sobre mi ojo que no es poco, no irrita, y he logrado aplicarlo estupendamente con la brocha biselada.

Hoy me interesa conocer vuestra opinión y vuestras experiencias: ¿Os ha pasado lo que a mí? ¿Os decantáis por el envase o por le producto?

Este post ha sido redactado según el Código  de Confianza C0C.