Confieso que le sigo escribiendo la carta a los Reyes Magos. Sí, de hecho este año ha sido objeto de burla entre amigas y conocidos porque le detallo que es un gusto (precio, dónde buscar, a quién preguntar…), es hasta divertido. Y procuro que sea totalmente inabarcable, que ni entre toda mi familia pueda hacerse con todo (sí, la carta pasar por manos de padres, tíos, hermana, novio…), así no sé lo que realmente me van a regalar. Esta bien pensado ¿verdad? ¡Y la familia me lo agradece!
Como os podréis imaginar desde hace unos años Lush es uno de los imprescindibles en mi carta a los Reyes Magos, pero este año no he especificado, simplemente en la lista puse la frase ‘Lush me hace feliz’, dejando a los Reyes magos utilizar el libre albedrío al respecto, y el resultado es el siguiente:
Fue mi chico el que escogió este dulce regalo: Honey, dejándose llevar por el furoshiki (el pañuelo) que lo envuelve. ¡Es muy bonito! El ingrediente estrella de Honey como no puede ser de otra manera es la miel. Es una de las novedades de Lush. Esta vez he resistido en a la tentación de abrirlo compulsivamente (en realidad es que es muy bonito, me daba mucha pena...), y he hecho una especie de unboxing fotográfico.
Honey como os decía en vez de venir envuelto con papel y lazos viene en un pañuelo furoshiki, que se puede reutilizar para lo que se quiera. Yo aún no le he encontrado utilidad pero lo haré, ya que este es una monada, en blanco con detalles dorados con abejas y simulando paneles de miel. Por cierto, no sé si aún lo seguirán impartiendo pero uno de los talleres de Lush era precisamente envolver regalos con pañuelos, muy interesante durante las navidades ¿no os parece?
Lush también nos indica quien empaquetó y manipuló nuestro regalo. Se incluye dentro de una caja de cartón repleta de virutas de ¿poliespan? que protege su contenido.
Dentro hay un pequeño catálogo... ¡Y qué bien huele!
Su contenido:
Como os podréis imaginar desde hace unos años Lush es uno de los imprescindibles en mi carta a los Reyes Magos, pero este año no he especificado, simplemente en la lista puse la frase ‘Lush me hace feliz’, dejando a los Reyes magos utilizar el libre albedrío al respecto, y el resultado es el siguiente:
Fue mi chico el que escogió este dulce regalo: Honey, dejándose llevar por el furoshiki (el pañuelo) que lo envuelve. ¡Es muy bonito! El ingrediente estrella de Honey como no puede ser de otra manera es la miel. Es una de las novedades de Lush. Esta vez he resistido en a la tentación de abrirlo compulsivamente (en realidad es que es muy bonito, me daba mucha pena...), y he hecho una especie de unboxing fotográfico.
Honey como os decía en vez de venir envuelto con papel y lazos viene en un pañuelo furoshiki, que se puede reutilizar para lo que se quiera. Yo aún no le he encontrado utilidad pero lo haré, ya que este es una monada, en blanco con detalles dorados con abejas y simulando paneles de miel. Por cierto, no sé si aún lo seguirán impartiendo pero uno de los talleres de Lush era precisamente envolver regalos con pañuelos, muy interesante durante las navidades ¿no os parece?
Lush también nos indica quien empaquetó y manipuló nuestro regalo. Se incluye dentro de una caja de cartón repleta de virutas de ¿poliespan? que protege su contenido.
Dentro hay un pequeño catálogo... ¡Y qué bien huele!
Su contenido:
- Uno de mis jabones favoritos del mundo mundial: Honey, I Washed the Kids, del que os hablé hace tiempo (aquí), y que tiene un dulce aroma a toffee y miel absolutamente irresistible. He perdido la cuenta de todos los que he utilizado, así que uno más ¡sea bienvenido!
- El gel de ducha It’s Raining Men. Me junté de repente con dos e inmediatamente después me fui a la ducha con uno de ellos. Pronto os traeré la review completa de este gel dulce y picante, ideal para cualquier momento porque supone un chute de buen rollo muy grande.
- Mi barrita de masaje favorita: Honeymoon. Con mucho cacao. He regalado unas cuantas de estas, y creo que esta es ya la tercera que pasa por mi baño (os hablé de él aquí). Deja un aroma muy dulce en la piel que dura horas, y esas manchas negras que se ven en la barrita es chocolate negro, comestible (sí, lo he comprado). ¡Me chifla!
- Por último el regalo incluye una bomba de baño: Honey Bee, pensada para suavizar y acondicionar la piel gracias a su contenido en barro de rhassoul. También tiene miel y aloe vera. ¡Estoy deseando probarla!
¿Qué os parece? ¡Es irresistible!
Antes de marcharme quería comentaros que esta semana estoy de exámenes, con lo que no sé cuál podrá ser mi disponibilidad a la hora de actualizar el blog. Estaré presente eso si en Twitter e Instagram (a mi cuenta de Facebook no sé que le ha pasado pero hasta que no pase la tempestad no puedo ponerme a solucionarlo, pero si alguien más está teniendo problemas con Facebook le agradecería su experiencia para saber a que atenerme...). Tengo esta tarde el primer examen, El Renacimiento (creo que solo por como he dejado el libro de pintado, subrayado -hasta 4 veces-, indicado y en definitiva destrozado deberían aprobarme como poco), y el jueves el de Historia Moderna (que fue corta pero intensa...). Después todo esto volverá a la normalidad y me pasaré por todos vuestros blogs de nuevo...
GRACIAS POR LEER, COMENTAR Y COMPARTIR.
UN ABRAZO Y FELIZ ARRANQUE DE SEMANA.
Este post ha sido redactado según el Código de Confianza C0C.