Corren malos tiempos para los labiales... hoy sin ir más lejos han establecido la obligatoriedad de usar mascarilla en Madrid en todos los lugares públicos, independientemente de que se pueda o no respetar la distancia de seguridad. Pero a quienes como yo somos una lipstick lovers no nos quitan los pintalabios ni grapándonos las mascarilla, si hace falta me los pongo para estar por casa aunque sea (como ahora mismo, mientras escribo estas líneas). y más si son tan perfectos comos los de Alice in Beautyland, que por cierto, son pintalabios ecológicos y de gran calidad. Te van a encantar.
Sobre Alice in Beautyland
No es la primera vez que Alice se cruza en mi camino, ya os hablé de su gama de maquillaje y brochas (aquí) y de su crema facial Make My Day (aquí). Alice in Beautyland es una marca de cosmética ecológica española, que como te podrás imaginar está basada en la obra de Lewis Carroll Alicia en el País de las Maravillas. Alicia es quien sirve de inspiración para crear Alice in Beautyland, pero no es la Alicia niña, es una Alicia ya crecida, que sabe perfectamente lo que quiere pero manteniendo su esencia.
Es habitual ver que marcas de maquillaje buscan su inspiración en cuentos y películas infantiles. No me parece mal buscar inspiración en este tipo de contenido, lo que si me suele chocar es la infantilización de algunas colecciones que suelen dar como resultado de esta inspiración (se me viene a la cabeza MAC, o la invasión de unicornios que se ha podido notar en recientes tendencias). Por un lado el maquillaje no es para los niños, no debería llamar su atención. Por otro yo soy una persona adulta, me gusta que me traten como a una adulta, y que en general mis cosas sean y parezcan de adulta. Sin embargo Alice in Beautyland mantiene ese espíritu del País de las Maravillas sin la necesidad de infantilizar los envases, aludiendo a la obra a través de sus nombres, de los detallas de las picas... El trabajo de diseño es impecable, han conseguido que su marca sea sofisticada y diferente.
Nos encontramos ante una firma de gran calidad, cuidada en sus formulaciones, perfeccionadas hasta lo obsesivo, logrando productos de maquillaje que además tratan y respetan la piel (se han formulado pensando en personas con pieles sensibles), y son respetuosos con el medio ambiente, cruelty free, hechos a base de ingredientes naturales. Sus envases son sencillos pero sofisticados, robustos, elegantes. Alice in Beautyland es alta cosmética natural.
Por el momento no es una marca con una variedad de productos alucinante, y sus lanzamientos son esporádicos precisamente por eso, porque están muy estudiados, pero cada producto es una auténtica joya. Puedes comprarla a través de su página web, y en algunas perfumerías exclusivas.
Los labiales de Alice in Beautyland
Y va la marca que ya me había enamorado y saca labiales, nada menos. Un total de 12 labiales repartidos así: un bálsamo de labios, 2 labiales traslúcidos que aportan un toque de color suave, y 9 labiales intensos de acabado semimate. He probado dos de estos últimos, los tonos Mad Hatter, un bonito y veraniego rojo anaranjzado, y Red Queen, un tono Rojo con mayúsculas, de esos que tienen presencia, que se ven según entran en la sala, de los que empoderan.
La fórmula de estos labiales es natural, tienen extracto de orquídea, aceite de algodón, mantecas de mango, de karité y de cacao, aceites de almendras, ricino, jojoba y de semilla de Abisinia, ceras de abeja y de candelilla, vitamina E, estevia, aroma natural de vainilla...El resultado es un labial muy pigmentado, hidratante, nutritivo, y que ayuda a prevenir la aparición de arrugas en los labios. Casi nada.
Tienen un ligero aroma dulce, muy suave y avainillado. Se presentan en envases metálicos con tapas tipo click (como los de Chanel). En el interior todos llevan la siguiente inscripción:“Oh ‘tis love, ‘tis love, that makes the world go round!”. Cada no tiene un precio de 32 €.
Mi experiencia con los labiales de Alice in Beautyland
La marca desde luego partía con ventaja conmigo, ya me habían enamorado hace tiempo, y van y sacan nada menos que pintalabios, ¡con lo que me gustan! Y no solo eso, además me los mandan rojos, ¡con lo que me gustan! Pero oye que esto no va nublar mi juicio, verdad. No son labiales baratos, piensa que nos encontramos en los precios que manejan marcas como Charlotte Tilbury, Hourglass, Estee Lauder... Pero sin toda la parafernalia de marketing y publicidad que llevan estas, por lo que cada Euro que gastes está invertido en el labial.
La fórmula es cremosa, de esas que se deslizan sola por los labios, de alta pigmentación, nada de varias pasadas. Es un labial hidratante y bastante cómodo, se nota que está puesto pero no incomoda y no escurre (salvo si comes algo aceitoso, en ese caso hay que tener un poco de cuidado). La duración es muy buena, dura horas puesto incluso bebiendo y comiendo, pero hay que retocarlo un poquito (nada terrible). Los tonos son preciosos, en colores vibrantes (al menos los que yo tengo) de acabado semimate. Sí, transfieren, y no son aptos para uso con mascarilla me temo, a no ser que se fijen con alguna prebase o con polvos.
Así que en líneas generales sí, aprueban con nota, con sobresaliente diría, porque añade a la ecuación que tienen ingredientes naturales, que son made in Spain y cruelty free (no todo es el precio ¿no crees?). Tienen un diseño bonito y una fórmula fantástica, muy cuidada. Nada que envidiar a labiales más conocidos, de verdad.