Tengo la sensación de que en los últimos meses parece que la sociedad por fin se está dando cuenta de que lo del plástico se nos ha ido de las manos, en especial el de un solo uso. Reciclar ya no es la solución, y parece que las iniciativas para reducir el plástico en nuestro día a día están cada vez más extendidas, no son solo una moda. Así que por si quieres tener menos plástico en tu vida y no tienes claro por donde empezar, hoy te voy a contar 9 formas de reducir el plástico en tu baño. ¡La guerra contra el plástico ha empezado!
El plástico tiene aplicaciones fantásticas en nuestra sociedad, es un material resistente, duradero y barato... Pero estamos utilizamos un material que tarda una media de 450 años en desaparecer del planeta para utensilios que tienen una vida media de 15 minutos (pajitas, vasos, bolsas, cubiertos...). Y la razón de ser de todos estos envases es simplemente nuestra comodidad, porque todos estos objetos tienen alternativas mucho más saludables para el medio ambiente y para nosotros. Simplemente tenemos que estar dispuestos a hacer un esfuerzo y evitarlo. Si sigues sin convencerte te diré que en 2050 (pasado mañana) en el mar habrá más plástico que peces, que cada día en España desechamos 13.000.000 de pajitas (no, no me he pasado con los ceros), que solo en 9% del plástico que utilizamos se recicla (no, reciclar no es la solución, hay que reducir), que hay 5 islas de plásticos en los océanos...
Así que ¡únete a la batalla! Y como lo mío es la cosmética hoy vengo a darte 9 formas de reducir el plástico en tu baño, y te digo desde ahora que he llevado las 9 a cabo, y que no me han supuesto un gran esfuerzo. Todavía tengo que implementar alguna más que tengo en mente, pero poco a poco. ¡Vamos allá!
1. Olvídate de las mascarillas tipo tissue.
Piénsalo, esa mascarilla coreana que te ha costado 2 pavos lleva el sobre y la mascarilla. La vas a utilizar una vez durante 15 minutos y después va a ir a la basura. Demasiado residuo para tan poco placer. Mejor opta por mascarillas que vengan en tarros, que den para más usos. Estas que ves en la imagen son de Nuxe, acaban de llegar al mercado, y se usan en tan solo 3 minutos.
2. Apuesta por envases de cristal.
Que sí, que el cristal te parece más rollo, se puede caer al suelo y romperse, pesa más... Pero después de todo lo que te he contado sobre el plástico creo que es hora de dejar la comodidad atrás y optar si se puede por envases de cristal, que por otro lado son mejores para los productos, más inocuos, y más bonitos. Además a diferencia del plástico, el ciclo de reciclado del cristal es eterno. Los zaragozanos de Armonía Bio han lanzado una colección de 6 cremas faciales esenciales con envases de cristal y tapas de aluminio. Todo 100% reciclable.
3. O mejor aún, opta por productos sin envase.
No podía faltar la opción favorita de Lush, que cuenta con una gama de productos Naked alucinante, cada vez más amplia: champús, acondicionadores, exfoliantes, aceites faciales, jabones, bálsamos limpiadores... ¡y maquillaje! Además son productos de buena calidad, y a veces Lush ofrece alternativas para conservarlos reutilizables como sus latas y cajas de corcho.
4. Los bastoncillos mejor de cartón.
Y ojo, de cartón, no de bambú, el bambú lo dejamos para otras cosas. Y es que en este caso el cartón se deshace mucho más rápidamente, mientras que con el bambú llega al mar y son palitos y palitos que si bien nos inocuos para el agua, a los peces les pueden incordiar. Cada vez son más fáciles de encontrar, estos que ves los he comprado en Muji (eso sí señores de Muji, metedlos en cajas de cartón, no los envolváis en plástico).
5. Di adiós a los discos desmaquillantes.
O casi, todavía no los he eliminado del todo, me falta una alternativa para el uso de esmalte de uñas pero todo se andará. De momento te diré que los he conseguido eliminar los discos de algodón del todo del proceso de desmaquillado, optando por las Toallitas Naps (de venta en algunas farmacias, consulta en su web sus puntos de venta), comprimidas, se pueden usar durante varios días para desmaquillarse (entre otras cosas), y luego utilizarlas para limpiar superficies, o zapatos... y cuando ya están muy destrozadas, yo las reciclo llevándolas a tiendas Humana.
Además cada vez más marcas lanzan toallitas de limpieza que prometen desmaquillar solo con agua. Beter tiene varias opciones.
5. Cámbiate al cepillo de dientes de bambú.
No, el cepillo de dientes no es de usar y tirar, pero al año utilizas al menos 4, ¿cuántos salen a lo largo de tu vida? ¿Y a lo largo de todas nuestras vidas? Es un cambio muy sencillo que si todos hiciéramos conseguiríamos ahorrarle un montón de plástico al planeta. Este que ves lo compré en un pack de 4 en Amazon por unos 10 €, y vienen con animalitos para diferenciar los de toda la familia.
6. Y al cepillo de pelo de madera.
O de cualquier otro material sostenible. Este cepillo de pelo de Beter es fácil de encontrar, y además de ser muy bonito (no me digas que no es bonito...) está hecho de fibras de trigo, cáscara de arroz y un polímero de resina. Es flexible y desenreda chachi, y cuesta solo unos 5 €.
7. Cambia tu maquinilla desechable por una metálica tradicional.
Ahora empezamos con las medidas más controvertidas, lo sé. Este ha sido el último paso que he dado yo para quitar plástico de mi baño, comprarme una cuchilla de verdad, de las de toda la vida; y te lo digo sinceramente, decidirme me ha costado. ¡Pero ahora estoy encantada! Sí, ahora me depilo un poquito más despacio, y en las axilas me está costando, pero te prometo que de momento no me he cortado. Todavía estoy cogiéndole el truco, y si te apetece y me lo pedís en un tiempo os hago una review de mi experiencia con la cuchilla tradicional. Además no ha sido cara, o al menos no como pensaba, la he comprado en Amazon con 5 recambios por unos 14 €.
8. Pásate a la copa menstrual.
No voy a contarte las mil maravillas que supone la copa menstrual. Te lo digo sinceramente, tiene cosas buenas y cosas menos buenas. Las buenas además de lo que concierne al medio ambiente que es mucho, es que ahorras mucho dinero en tampones, que baratos lo son baratos no son; y mucho tiempo en buscarlos y repartirlos por los bolsos. A mí me ha supuesto ver mi menstruación de otra manera, la he naturalizado mucho más, me ha reconciliado un poco. Por no hablar de que están hechas de materiales totalmente inocuos, que no producen alergias ni irritaciones. Por otro lado los inicios con la copa no son sencillos, aprender a ponerla cuesta, aprender a a vaciarla fuera de casa cuesta, y ocupa más que un tampón, con lo que de vez en cuando me siento más hinchada y con ganas de hacer pis porque presiona la vejiga cuando la llevo puesta, pero creo sinceramente que el cambio ha merecido la pena, de verdad.
9. Utiliza salvaslips de tela.
Te voy a ser del todo sincera, no he elimiado los salvaslips desechables del todo, los de tela son mucho más incómodos y se mueven bastante, sobre todo si tienes el culo 'chico' como yo; no te voy a engañar, yo solo los utilizo en casa. Pero con este gesto he reducido los que gastaba a la mitad tranquilamente. Yo los he comprado a un proyecto maravilloso y chiquitito que se llama Compresas y Mujeres (aquí te dejo enlazado su cuenta de Instragram). Tengo 5 en casa, los uso junto a la copa, cuando los cambio las aclaro un poco y las meto a lavadora tranquilamente, o bien las lavo a mano en un periquete (de verdad que se tarda en lavar lo mismo que una brocha de maquillaje). Se pueden plegar para llevar a todas partes si te apetece, y además son súper bonitos, cada vez que sacan modelos nuevos me dan ganas de comprarlos todos. El proyecto como te digo es personal y pequeño, cada uno sale por 2,50 € - 3 € y los envían por 1,20 €. Son fuertotes, están bien rematados y son suaves con la piel.
Y hasta aquí las 9 formas de reducir el plástico en tu baño que te he prometido. Las he llevado a cabo todas poco a poco, casi sin darme cuenta, y como ves muchas de ellas son fáciles, simplemente hay que ser un poco más conscientes a la hora de comprar, nada más. Tengo todavía alguna cosa en el tintero, estoy viendo la manera de hacer mi propia esponja de ganchillo, y ten por seguro que cuando lo consiga, te lo contaré en mi cuenta de Instagram (por cierto, también he visto quien se ha hecho discos desmaquillantes de crochet, y no lo descarto).
Cuéntame, ¿cuáles de estas formas de usar menos plástico en el baño conocías? ¿Cuáles has llevado a cabo? Y por supuesto si conoces alguna más, ¡déjamela en comentarios!