No sí si me terminaré de acostumbrarme a Halloween... El hecho de convertir el miedo en humor, de infantilziarlo, me parece de lo más práctico, mejor que crecer sabiendo que ese día es de obligación asistir al cementerio en un día gris, frío y lluvioso (hasta eso parece haber cambiado). Pero nos quedan los buñuelos... Eso sí, Halloween trae algo fantástico a mi tienda favorita, a Lush: Ediciones Limitadas.
Ya el año pasado os hablé del gel Lord of Misrule y de la burbuja de baño en forma calabaza, Sparkly Pumpkin (aquí os hablé de ambos), y si bien este año he estado tentada de repetir con ambos (bueno, el gel caerá en las rebajas) quería hablaros de algo nuevo, y he optado por Goth Fairy, una barrita de purpurina (es que yo veo purpurina y me pierdo).
Y si no os gusta la purpurina en vuestra piel podéis dejar de leer ahora, porque poca finalidad más tiene este producto. Goth Fairy es como una barrita de masaje, y digo como porque ha diferencia que las barritas de masaje esta no hidrata, es seca, totalmente seca, con lo que calificaría a este producto más como maquillaje que como tratamiento (aunque de nuevo los ingredientes son decentes, hablamos de Lush).
También aporta un aroma suavecito, cítrico, huele a pomelo y a bergamota (aviso, no es dulce). Me gustaría decir que ese aroma perdura en la piel, pero no es así. Es sequita, no aporta aceite ni hidratación la piel.
Entre sus ingredientes hay Mantecas de Illipe y Cupuacu y Aceites de Pomelo y Almendra. La barrita como os decía no es muy grande, tiene 30 gramos, cunde bastante y cuesta 7,95 €,
No es un producto fácil: el aroma es ácido (a mi me encanta por cierto), y desde luego, si no os gusta el shimmer o el brillo en la piel ay que huir de ella. Si como yo os pierde este tipo de lustre en brazos y escote, haceos con ella.
¿Qué os parece Goth Fairy? ¿Sois o no sois de shimmer?
¡FELIZ HALLOWEEN!