Butter Gloss de NYX: Tiramisu y Devil's Food Cake. #mcalipstickweek.

La semana pasado abrieron en la madrileña calle Fuencarral la primera tienda de NYX en España, a penas en mes después de que la marca se relanzara online (en Maquillalia concretamente). Yo como una valiente el mismo jueves de apertura (agradecería por cierto a la marca que o bien baje el volumen de la música, o por el contrario ponga una barra con mojitos para terminar de ambientar el lugar) me fui a hacerme con los Butter Gloss, uno de sus productos estrella, y que llevo viendo semanas dando vueltas por las redes sociales, y hoy os los traigo a la My Cosmetic Art Lipstick Week. 

Me gusta mucho que el color de cada uno de los envases de los Butter Gloss sea acorde al tono del labial, facilita mucho su elección, sobre todo el día de la apertura de la tienda cuando aquello estaba manga por hombro y parecía la guerra, fue más sencillo elegir solo dos. Confieso que no me dio tiempo a bichear lo que allí había porque yo iba con prisa y la tienda estaba hasta la bandera, fui a tiro hecho en cuanto al producto, lo colores los elegí allí un poco por los envases, pero estoy muy contenta con ellos: son el Tiramisu, el claro, y el Devil’s Food Cake, el oscuro, (que por cierto hace una muy buena pareja con el tono Motörhead de Kat Von D del que os hablé ayer).

En un principio, puestos sobre la mano, me parecieron totalmente opacos, cuando los probé sobre la mano, y muy brillantes (al fin y al cabo son gloss). Luego extendidos son un poco más transparentes pero no tanto como los glosses tradicionales, estos tienen mucho más pigmento  y quedan realmente bonitos sobre los labios, son muy favorecedores, tanto el color oscuro como el claro. Además tienen un brillo precioso, reflejan la luz pero sin necesidad de shimmer. Por cierto, tienen un olor dulce y suave muy agradable

La textura es densa, desde luego lo de Butter les viene al pelo, y mentiría si dijera que no se notan en los labios, pesan un poco de hecho, incluso de la sensación de que se hacen bolitas, como si se cuarteasen, pero a la vista no ocurre, es solo una sensación. No obstante no son pegajosos. Tampoco resecan los labios, más bien al contrario, y teniendo en cuenta que son glosses tienen una duración muy digna, incluso sin que el color mute o pierda intensidad, y siempre y cuando no se coma ni se beba. Tiene un aplicador en esponjita que permite dosificar la cantidad de labial que se quiere utilizar, así como facilitar mucho su aplicación en el labio.


En cuanto a los tonos que os muestro el Tiramisú es de un tono rosa ligeramente marrón, muy bonito y muy ponible y bastante opaco; y el Devil's Food Cake es color ciruela con un toque rojido leve que me ha conquistado por como queda en el labio, se mitransparente... precioso, un toque atrevido para el día a día.

En general me han gustado, son bonitos, el acabado es muy chulo, me gusta como huelen... Creo que es interesante tener alguno, o dos, (o muchos). Cada uno cuesta 5,90 €, por 8 ml. ¡Am! Y son Cruelty Free, lo cual está muy bien.


¿Qué os parece? ¿A vosotras también os ponen ojitos? ¿Os gustaría probar alguno en especial?

Recordad que podéis compartir vuestros labiales favoritas en Instagram con el hashtag #mcalipstickweek.

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