Exfoliante facial de Kueshi

Sí, lo reconozco, las suscriptoras de ciertas Beauty Boxes estamos un poco hasta la coronilla de recibir Kueshi, algunas pensamos que ya hemos probado casi todos sus productos, pero claro, cuando pruebas sus exfoliantes el berrinche tras la primera impresión al abrir la caja se pasa, y si encima te envían un formato full size, como hicieron los señores de Essentia Box en su cajita de junio, te terminan de conquistar.

Ya hace tiempo que os hablé del exfoliante corporal de Kueshi, y a día de hoy puedo decir que está en mi top 3 en lo que a exfoliantes corporales se refiere, así que cuando recibí el de la cara lo hice con alegría y con escepticismo de saber que tenía el listón un poco alto.


Pero queridas, no me ha decepcionado.


La textura y el olor es muy similar a la de su hermano corporal, solo que este último si no recuerdo mal era de color azul (el facial es verde). Es un producto fluido, muy fluido, hay que manejarlo con cuidado para que no se escape entre los dedos. La partícula que tiene es fina, pero eficaz. Rasca en su justa medida y arrastra las células muertas correctamente, dejando la piel perfectamente suave. Tiene un aroma fresco y agradable, a la par que característico.

Su uso es el de todos los exfoliantes faciales: aplicar sobre el rostro y el cuello húmedos con movimientos circulares y aclarar con abundante agua, y utilizarlo un par de veces en semana. No irrita la cara, nada, ni un poquito, y la deja como os decía antes muy suave, mejorando además aunque levemente la apariencia de los poros. Tiene un formato muy cómodo, con dosificador, muy práctico para tener metido en la bañera la verdad.



En cuanto a sus ingredientes puedo decir que es uno de sus puntos fuertes: entre ellos encontramos aloe vera y camomila que calman la piel y centella asíatica que ayuda a su regeneración; y no tiene parabenes. En cuanto a su precio ronda aproximadamente los 11 € por un generoso formato de 200 ml. Si os topaís con él no dudéis en probarlo, es más que recomendable.