No podía dejar pasar la ocasión de hablaros de alguna de las ediciones limitadas de Pascua de Lush. Tengo por aquí rulando una muestra del jabón típico de estas fechas, Carrot Soap, que huele a naranja y zanahoria, y la única razón por la que no me he hecho con un buen trozo es que tengo jabones a patadas y estoy tratando de ser fuerte. También me hice con el Fluffy Egg, una bomba de baño que huele al gel navideño Snow Fairy, y que hasta que encuentre un momento para prepararme un bañito relajante, tiene como función aromatizar mi armario (¡y vaya si lo consigue!). Pero hoy no os voy a hablar de ninguno de los dos... Hoy os voy a hablar de la gelatina de ducha Pot O'Gold, que como poco os va a entrar por los ojos.
Y es que los señores de Lush han logrado un dorado perfecto con este producto, hasta el punto de pensar seriamente en los ingredientes que pueden conseguir esa apariencia de oro total. Entra totalmente por los ojos...
Bueno y por el olfato, porque tiene un aroma dulce que no dejará indiferente a nadie. El aroma se supone que es el mismo que el de la loción corporal Creme Anglaise (personalmente no la conozco ni me suena, qué raro; ¿alguien en la sala que arroje un poco de luz al tema?). Es un aroma como os digo dulce, casi hasta empalagar pero no llega, muy cálido.
Para las que sean nuevas en el uso de gelatina, no dejan de ser productos curiosos donde los haya, os explico un poquito lo qué es y cómo se utiliza. Cuando se les llama gelatina es precisamente porque son gelatinas, tal cual, como las que comemos de postre, con la misma textura y el mismo comportamiento: se menean y se escurren (pero no se comen). Esto es divertidísimo pero olvidaros de una ducha rápida sobre todo si sois novatxs en el tema... Hay que sacarla de bote y restregarla por el cuerpo como si fuese un jabón. No hace mucha espuma pero se logra un poco más si se frota después con una esponja de rizo, pero limpiar limpia. Eso sí, como es gelatina pues eso, se va de las manos, se cae, se escurre... pero también tiene una textura muy suave, se aplica despacito sobre la piel por miedo a que se rompa... No obstante al final se acaba cogiendo trocitos y frotándolos contra la esponja para acelerar su uso. Creo que es un producto que puede funcionar muy bien con niños, para que se den un baño divertido mientras aprenden a llevar una higiene adecuada (ya os lo había comentado cuando os hable de Dulce Placer -aquí- y de Whoosh -aquí-). Además en verano se pueden meter en la nevera o en el congelador y utilizarse fresquitas, que mola un montón.
En cuanto a los ingredientes lo cierto es que es uno de los productos de Lush con mayor contenido de ingredientes sintéticos (todos ellos seguros por supuesto), porque lo que buscan supongo es la creación de un producto impactante más que de un producto natural, y sin duda lo han conseguido. No obstante encontramos también Zumo de Piña, Extracto de Musgo de Irlanda, Absoluto de Vainilla, Resina de Mirra, Aceite de Naranja Dulce y Extracto de Gardenia, que nos están nada mal. Am! y ¡purpurina! XD Tranquilas que no se queda ni en la piel ni en la bañera.
Mi gelatina preferida sigue siendo de lejos Dulce Placer, que huele a grosellas, pero esta me entró por los ojos (con ese aspecto a quien no...), lo reconozco, y me encanta tenerla en la baño porque me da muy buen rollito. No la uso a diario porque como os digo es un poquito engorrosa, pero si tengo el día gris o un poquito de tiempo me río yo sola utilizándola. No obstante si os animáis a utilizar una gelatina de ducha os aconsejo dejar atrás los prejuicios, porque ante todo y sobre todo es un producto para divertirse en la baño, porque limpiar limpia pero práctica no es, para eso están los geles y los jabones (en ese orden).
Esta versión de 100 gramos no llega a costar los 5 €. En mi opinión es perfecta porque además al no utilizarla a diario dura muchísimo. No obstante también está en versión de 250 gramos por unos 10 €. Y aclarar que los botes trasparentes de las gelatinas también entran en la promoción de 5 botes por una mascarilla.
¿Qué os parece? ¿Os atreveríais a probarla?
Y es que los señores de Lush han logrado un dorado perfecto con este producto, hasta el punto de pensar seriamente en los ingredientes que pueden conseguir esa apariencia de oro total. Entra totalmente por los ojos...
Bueno y por el olfato, porque tiene un aroma dulce que no dejará indiferente a nadie. El aroma se supone que es el mismo que el de la loción corporal Creme Anglaise (personalmente no la conozco ni me suena, qué raro; ¿alguien en la sala que arroje un poco de luz al tema?). Es un aroma como os digo dulce, casi hasta empalagar pero no llega, muy cálido.
Para las que sean nuevas en el uso de gelatina, no dejan de ser productos curiosos donde los haya, os explico un poquito lo qué es y cómo se utiliza. Cuando se les llama gelatina es precisamente porque son gelatinas, tal cual, como las que comemos de postre, con la misma textura y el mismo comportamiento: se menean y se escurren (pero no se comen). Esto es divertidísimo pero olvidaros de una ducha rápida sobre todo si sois novatxs en el tema... Hay que sacarla de bote y restregarla por el cuerpo como si fuese un jabón. No hace mucha espuma pero se logra un poco más si se frota después con una esponja de rizo, pero limpiar limpia. Eso sí, como es gelatina pues eso, se va de las manos, se cae, se escurre... pero también tiene una textura muy suave, se aplica despacito sobre la piel por miedo a que se rompa... No obstante al final se acaba cogiendo trocitos y frotándolos contra la esponja para acelerar su uso. Creo que es un producto que puede funcionar muy bien con niños, para que se den un baño divertido mientras aprenden a llevar una higiene adecuada (ya os lo había comentado cuando os hable de Dulce Placer -aquí- y de Whoosh -aquí-). Además en verano se pueden meter en la nevera o en el congelador y utilizarse fresquitas, que mola un montón.
En cuanto a los ingredientes lo cierto es que es uno de los productos de Lush con mayor contenido de ingredientes sintéticos (todos ellos seguros por supuesto), porque lo que buscan supongo es la creación de un producto impactante más que de un producto natural, y sin duda lo han conseguido. No obstante encontramos también Zumo de Piña, Extracto de Musgo de Irlanda, Absoluto de Vainilla, Resina de Mirra, Aceite de Naranja Dulce y Extracto de Gardenia, que nos están nada mal. Am! y ¡purpurina! XD Tranquilas que no se queda ni en la piel ni en la bañera.
Mi gelatina preferida sigue siendo de lejos Dulce Placer, que huele a grosellas, pero esta me entró por los ojos (con ese aspecto a quien no...), lo reconozco, y me encanta tenerla en la baño porque me da muy buen rollito. No la uso a diario porque como os digo es un poquito engorrosa, pero si tengo el día gris o un poquito de tiempo me río yo sola utilizándola. No obstante si os animáis a utilizar una gelatina de ducha os aconsejo dejar atrás los prejuicios, porque ante todo y sobre todo es un producto para divertirse en la baño, porque limpiar limpia pero práctica no es, para eso están los geles y los jabones (en ese orden).
Esta versión de 100 gramos no llega a costar los 5 €. En mi opinión es perfecta porque además al no utilizarla a diario dura muchísimo. No obstante también está en versión de 250 gramos por unos 10 €. Y aclarar que los botes trasparentes de las gelatinas también entran en la promoción de 5 botes por una mascarilla.
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