Nunca he sido muy de usar correctores. Los tengo, sí, y alguna vez he tirado de ellos, y hasta me han venido muy bien, pero nunca he tendido muy claro si lo estaba utilizando correctamente o no, si no estaba empeorando lo que en realidad quería corregir. Pero ahí los he tenido siempre. El lápiz iluminador y corrector de Chella (una firma americana), vino a mí hace más de un año, concretamente en la Birchbox de Noviembre de 2013 (aquí podéis verla), y pasó entonces bastante desapercibido para mí. Sin embargo durante los últimos meses lo he estado utilizando a diario (o prácticamente a diario). No tanto como corrector o como iluminador, sino como prebase de sombras.
¿Alguna vez le habéis cogido cariño a un producto? A mi hacía tiempo que no me pasaba, y con el lápiz de Chella (en mi cabeza y a partir de ahora el Chella) me ha pasado. Lo veo y sonrío, lo miro hasta con cariño, y no puede faltar en esas fotos que subo a mi cuenta de Instagram en las que retrato todos los productos que he utilizado el día X para maquillarme (fijaos en cuantas veces aparece el Chella), y por supuesto siempre viene conmigo. Hace poco me he hecho con otro a pesar de que el primero todavía no está ni de lejos en las últimas.
Como iluminador lo utilizo de vez en cuando sobre todo bajo las cejas, para resaltar la mirada. Da mucha luz y de una manera muy natural, casi parece fundirse con la piel sin dejar rastro, sin dejar la piel 'texturizada' (no sé si me explico).
Pero como os digo como más lo utilizo yo es como prebase de sombras (sí, no me he hecho con una de verdad y la culpa es de que hace tiempo que le he encontrado un sustituto). Tiene una textura cremosa, muy cremosa, que lo hace perfecto para ponerlo bajo las sombras de ojos en polvo sin que el color de esta cambie lo más mínimo. Es más, al tener los párpado un poco más oscuros que el resto de la piel incluso sirve en este caso corrector. Y no aporta sensación grasa. Las sombras duran horas (no intactas claro, pero duran), y eso en párpados grasos no está nada mal.
Y creo que se le puede sacar muchísimo más partido: como corrector de ojeras, para iluminar otras zonas del rostro (pómulos, labios...), para tapar imperfecciones y manchitas...
Se presenta en un formato jumbo de madera, lo que le da un encanto especial, lacado en un blanco impoluto y con toda la tipografía en un naranja suave realzado por un logo creado con una caligrafía preciosa, casi parece una firma. No había reparado en ese "hello beautiful eyes" hasta que estaba haciendo las fotografías, pero ha hecho que mi Chella me guste todavía más.
El Chella es muy cremoso. Al aplicarlo sobre la piel basta con extenderlo o simplemente darle unos toques con el dedo y se funde perfectamente hasta queda casi invisible sobre la piel, pero aportando iluminación. El caso del tono que veis en las imágenes se ajusta perfectamente a mi piel, un color muy claro, Ivory. La marca tiene disponible un tono más oscuro llamado Latte. Se le saca punta como a un lápiz normal, con un sacapuntas grande, y queda perfecto, para seguir usándolo. Es realmente cómodo. Y tiene una duración de 24 meses según la información que trae en el lápiz.
Me encanta este producto, me resulta hasta entrañable... En cuanto a su precio bueno, no es su fuerte, pero merece la pena porque es un iluminador perfecto, de 10. Cuesta 19 € y se puede comprar en la tienda Birchbox en España, o través de su página web (echadle un vistazo porque es interesante).
¿Qué os parece? ¿Os conquista?
¿Alguna vez le habéis cogido cariño a un producto? A mi hacía tiempo que no me pasaba, y con el lápiz de Chella (en mi cabeza y a partir de ahora el Chella) me ha pasado. Lo veo y sonrío, lo miro hasta con cariño, y no puede faltar en esas fotos que subo a mi cuenta de Instagram en las que retrato todos los productos que he utilizado el día X para maquillarme (fijaos en cuantas veces aparece el Chella), y por supuesto siempre viene conmigo. Hace poco me he hecho con otro a pesar de que el primero todavía no está ni de lejos en las últimas.
Como iluminador lo utilizo de vez en cuando sobre todo bajo las cejas, para resaltar la mirada. Da mucha luz y de una manera muy natural, casi parece fundirse con la piel sin dejar rastro, sin dejar la piel 'texturizada' (no sé si me explico).
Pero como os digo como más lo utilizo yo es como prebase de sombras (sí, no me he hecho con una de verdad y la culpa es de que hace tiempo que le he encontrado un sustituto). Tiene una textura cremosa, muy cremosa, que lo hace perfecto para ponerlo bajo las sombras de ojos en polvo sin que el color de esta cambie lo más mínimo. Es más, al tener los párpado un poco más oscuros que el resto de la piel incluso sirve en este caso corrector. Y no aporta sensación grasa. Las sombras duran horas (no intactas claro, pero duran), y eso en párpados grasos no está nada mal.
Y creo que se le puede sacar muchísimo más partido: como corrector de ojeras, para iluminar otras zonas del rostro (pómulos, labios...), para tapar imperfecciones y manchitas...
Se presenta en un formato jumbo de madera, lo que le da un encanto especial, lacado en un blanco impoluto y con toda la tipografía en un naranja suave realzado por un logo creado con una caligrafía preciosa, casi parece una firma. No había reparado en ese "hello beautiful eyes" hasta que estaba haciendo las fotografías, pero ha hecho que mi Chella me guste todavía más.
El Chella es muy cremoso. Al aplicarlo sobre la piel basta con extenderlo o simplemente darle unos toques con el dedo y se funde perfectamente hasta queda casi invisible sobre la piel, pero aportando iluminación. El caso del tono que veis en las imágenes se ajusta perfectamente a mi piel, un color muy claro, Ivory. La marca tiene disponible un tono más oscuro llamado Latte. Se le saca punta como a un lápiz normal, con un sacapuntas grande, y queda perfecto, para seguir usándolo. Es realmente cómodo. Y tiene una duración de 24 meses según la información que trae en el lápiz.
Me encanta este producto, me resulta hasta entrañable... En cuanto a su precio bueno, no es su fuerte, pero merece la pena porque es un iluminador perfecto, de 10. Cuesta 19 € y se puede comprar en la tienda Birchbox en España, o través de su página web (echadle un vistazo porque es interesante).
¿Qué os parece? ¿Os conquista?
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